No se sabe si don Vicente eligió el día de la Asunción para contar con otra ayuda además de la asegurada por la ciencia; porque se trata de demostrar científicamente que el hombre puede viajar por los aires sin caer. El globo, de tafetán carmesí y pajizo, se fue hinchando gracias al gas que "se obtiene por una operación química executada con el semimetal llamado zig, el ácido vitriólico y agua pura mezclada en diversas proporciones". Ante la general admiración y aplauso, Lunardi ascendió en su bonito globo y para desencanto de alguno, no cayó. Después de recorrer cinco leguas por los aires, se posó en el termino de Daganzo, donde se festejó el buen éxito con vinos y dulces. Se ha sabido que Lunardi pasó un momento de verdadero peligro cuando un labrador, asustado al ver aparecer el globo en el cielo, intentó abatirlo de un disparo. En cambio, el público del Retiro hizo gala de exquisita corrección, atendiendo a las normas dadas por el organizador del acto, el marqués de la Roca. Las mujeres se quitaron la mantilla, los hombres el embozo de la capa y fueron cerrados los quitasoles en el momento de la ascensión. Bien merecía cualquier pequeño sacrificio el histórico experimento. Los entendidos afirman que estamos mas cerca de romper el misterio sideral. Y así lo ha recogido el poeta:
"La existencia de una inscripción funeraria romana hallada en Villamanta en memoria de APLONDUS DAGENCIUM, enmarcaría al infortunado APLONDUS en la familia o tribu de los DAGENCIUM, o de los de DAGENCIUM, gentilicio que es asociado por varios historiadores con el actual Daganzo." Mariano Fernández.
martes, 27 de diciembre de 2011
1792. Lunardi sube en globo
15 de agosto de 1792- Mucho público ha traido al Retiro el anuncio de la ascensión en globo, que ayer publicaba "El Diario". "La maniobra, a la vista del público, de llenar de gas el globo con el aparato chímico, se comenzará a las cuatro de la tarde, y entre cinco y seis, rompiendo cables y tremolando banderas, volará en el citado globo don Vicente Lunardi."
No se sabe si don Vicente eligió el día de la Asunción para contar con otra ayuda además de la asegurada por la ciencia; porque se trata de demostrar científicamente que el hombre puede viajar por los aires sin caer. El globo, de tafetán carmesí y pajizo, se fue hinchando gracias al gas que "se obtiene por una operación química executada con el semimetal llamado zig, el ácido vitriólico y agua pura mezclada en diversas proporciones". Ante la general admiración y aplauso, Lunardi ascendió en su bonito globo y para desencanto de alguno, no cayó. Después de recorrer cinco leguas por los aires, se posó en el termino de Daganzo, donde se festejó el buen éxito con vinos y dulces. Se ha sabido que Lunardi pasó un momento de verdadero peligro cuando un labrador, asustado al ver aparecer el globo en el cielo, intentó abatirlo de un disparo. En cambio, el público del Retiro hizo gala de exquisita corrección, atendiendo a las normas dadas por el organizador del acto, el marqués de la Roca. Las mujeres se quitaron la mantilla, los hombres el embozo de la capa y fueron cerrados los quitasoles en el momento de la ascensión. Bien merecía cualquier pequeño sacrificio el histórico experimento. Los entendidos afirman que estamos mas cerca de romper el misterio sideral. Y así lo ha recogido el poeta:
Ya no se puede mentir nada en materia de estrellas, pues Lunardi sabe ir en conversación con ellas.
No se sabe si don Vicente eligió el día de la Asunción para contar con otra ayuda además de la asegurada por la ciencia; porque se trata de demostrar científicamente que el hombre puede viajar por los aires sin caer. El globo, de tafetán carmesí y pajizo, se fue hinchando gracias al gas que "se obtiene por una operación química executada con el semimetal llamado zig, el ácido vitriólico y agua pura mezclada en diversas proporciones". Ante la general admiración y aplauso, Lunardi ascendió en su bonito globo y para desencanto de alguno, no cayó. Después de recorrer cinco leguas por los aires, se posó en el termino de Daganzo, donde se festejó el buen éxito con vinos y dulces. Se ha sabido que Lunardi pasó un momento de verdadero peligro cuando un labrador, asustado al ver aparecer el globo en el cielo, intentó abatirlo de un disparo. En cambio, el público del Retiro hizo gala de exquisita corrección, atendiendo a las normas dadas por el organizador del acto, el marqués de la Roca. Las mujeres se quitaron la mantilla, los hombres el embozo de la capa y fueron cerrados los quitasoles en el momento de la ascensión. Bien merecía cualquier pequeño sacrificio el histórico experimento. Los entendidos afirman que estamos mas cerca de romper el misterio sideral. Y así lo ha recogido el poeta:
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