sábado, 1 de mayo de 2021

1855. La desamortización de Madoz en Daganzo

Pascual Madoz (1873). José Nin y Tudó.

 

La desamortización de Madoz.

Pascual Madoz fue ministro de Hacienda durante el segundo gobierno del progresista Espartero (1854-1856). Fue conocido por la desamortización que lleva su nombre (Ley Madoz) y por su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar”.

La desamortización de Madoz de 1855 posiblemente fue la más profunda y ambiciosa de una serie de desamortizaciones que hubo en España, aunque la más conocida fue la anterior de Mendizábal. En ella se enajenaban y se ponían a la venta mediante subasta pública los bienes de “manos muertas” con la intención de obtener sustanciales ingresos para la Hacienda pública y reactivar la economía incorporándolos al proceso productivo.

Los bienes de “manos muertas” eran aquellos bienes protegidos que hasta entonces no podían venderse, dividirse ni enajenarse, con el objetivo de mantener intacto un patrimonio familiar o de instituciones. Principalmente eran bienes nobiliarios, de la Iglesia, el Estado, Órdenes militares, bienes municipales, de la beneficencia, instrucción pública, etc.

El objetivo de ingresar dinero para la Hacienda pública se cumplió con creces, pero las consecuencias fueron:

  • Al poner todas estas propiedades a la venta mediante subasta, estaban solamente al alcance de los que más tenían y podían comprarlas, potenciando así el auge de los grandes terratenientes y la desaparición de los colonos que trabajaban esas tierras en renta obligándolos a emigrar a la ciudad.
  • Desaparecen grandes espacios naturales que se dedicaban principalmente a la caza roturándose para el cultivo.
  • Pérdida del patrimonio de los municipios, tanto bienes de propios como comunales. Los bienes de propios eran bienes municipales que podían arrendar los vecinos para obtener su propia producción agrícola y ganadera. Los comunales eran prados y montes donde los vecinos podían recoger leña y sacar al ganado a pastar.
  • Pérdida del patrimonio histórico-artístico al abandonarse numerosos edificios históricos y religiosos como palacios y monasterios.


La desamortización de Madoz en Daganzo.

En Daganzo se pusieron a subasta un total de 3.212 fanegas, que suponían más de un 50% de la superficie que tenía entonces. La cantidad total de la oferta ascendía a 390.170,26 reales, rematándose el total de las operaciones finalmente por 622.431 reales.

El 54,2% procedía de bienes de propios (bienes municipales arrendados a vecinos), el 40% de la Iglesia, el 4,3% de beneficencia y el 1,5% de instrucción pública.

Pagaré de la adquisición de bienes de propios en Daganzo de Abajo puestos a la venta por la Ley Madoz de 1855



Mariano Fernández.

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