El rey de España Carlos II de Habsburgo, al carecer de herederos directos a la Corona, nombra sucesor al Archiduque Carlos de Habsburgo, pero justo antes de morir modifica el testamento (1700) nombrando sucesor a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia. El temor de ver unidas las potencias de Francia y el Imperio español, puso en contra de Felipe a Inglaterra, Holanda, Austria, Prusia y Dinamarca que formaron una Gran Alianza que apoyaba la candidatura del Archiduque Carlos. En 1701 se nombra rey a Felipe V y se inicia la denominada Guerra de Sucesión que terminaría en 1713 con el Tratado de Utrecht.
Las tropas del Archiduque causaron innumerables destrozos en los obispados de Sigüenza, Cuenca, Osma y en el Arzobispado de Toledo, profanando entre otros muchos lugares la Ermita de Nuestra Señora del Espino.
"En la Uilla de Daganzo de Arriba, entraron dichos Soldados, y quebrantaron las puertas de la Hermita de Nueftra Señora de el Efpino, la derribaron de fu Trono, y la defpojaron de vn veftido de tela de plata que tenia puefto, y fe llevaron los adornos de fu Altar, y otras alhajas que avia en dicha Hermita, en la qual, y junto al Altar efcrementaron, dexandola fucia, y afquerofa: Y vn Inglés quitó de la pared vna Eftampa de Chrifto Crucificado, y aviendo hecho una necefsidad corporal, fe limpió con ella por efcarnio."
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