lunes, 1 de noviembre de 2021

1662. Mata al cura y a su mujer tras sorprenderles cometiendo adulterio


 

The Old Yellow Book. En esta publicación, cuya primera edición salió en 1925, se analizan algunos controvertidos casos judiciales entre los que he encontrado este truculento suceso ocurrido en Daganzo en 1662 que previamente fue objeto de análisis y estudio en España por parte del prestigioso jurista Lorenzo Mateu Sanz.

 Traduzco del original en inglés: 

"Juan Vecino, de la villa de Daganzo fue acusado de homicidio, sacrilegio, traición y parricidio cometidos en un solo acto. Por sospechar, no sin razón, que su esposa Ana María era culpable de adulterio al llevar una deshonrosa intimidad con un sacerdote, Juan había fingido ausencia, bajo el pretexto de ir a los toros a una de las localidades cercanas el 13 de agosto de 1662. A las 11 de esa misma noche el volvió a casa con Manuel Fernández, su hermano materno, y entraron a la casa a través de los arbustos del corral. Se escucho el ruido de la explosión de armas de fuego con gritos y forcejeos. La puerta se encontró cerrada y fue abierta por la autoridad del ayudante del Corregidor, se encontraron en las dependencias interiores de la casa, concretamente en el patio interior junto al corral, al cura en ropa no clerical y acribillado con disparos de arcabuz, y la esposa mortalmente herida con diecinueve puñaladas. Sus zapatos estaban tirados por el suelo, el arcabuz descargado tirado junto al cadáver del sacerdote, y la criada, que estaba sola en un dormitorio mas lejano de la casa, había huido al amanecer o se había escondido. Lo que ocurrió exactamente no se pudo determinar con certeza. Según el relato de la esposa, la historia fue que el sacerdote fue enviado por ella para pedir a su marido que la enviase de vuelta a casa de su familia, y mientras ella estaba hablando con él fue descubierta por su esposo. El cura fue asesinado por Manuel, y ella misma mortalmente herida por su marido. Ella también confesó los motivos de las sospechas de su marido, a saber, sus repetidas conversaciones (confabulaciones) con el sacerdote, y su descubrimiento en su dormitorio. Pero el marido, que después de algunos meses apareció por voluntad propia, en su confesión relata en general los motivos de su creencia en el adulterio, muchos de los cuales fueron probados en el proceso; su descubrimiento del cura y su esposa en el acto mismo, y su intento de matar al sacerdote; que él, sin embargo, había sido vencido y casi estrangulado por el sacerdote, que había herido a su hermano con un disparo de arcabuz; pero que finalmente él había matado al cura y había herido a su mujer con la intención de matarla.

De este testimonio discordante, solo resultó la certeza de que el sacerdote había sido descubierto a solas, en un sitio oscuro y secreto por la noche, tras las puertas cerradas, en ausencia de testigos; el cura vestido con ropa inusual y la mujer estando descalza y con los zapatos tirados por el suelo; a lo que se agregaron indicaciones de peso probando el adulterio junto con la mala reputación de ambos. En este estado del caso la cuestión de derecho se debatió como dudosa, si el marido debía ser castigado por sacrilegio, por haber matado al cura con premeditación y alevosía, y como parricida de su mujer, o si debería ser absuelto por haber vengado el adulterio actuando como ministro de la ley."

Notas:

No sé el resultado del caso porque justamente falta la siguiente página. Espero localizarla en breve.

Actualización 19/02/2024:

El autor del libro, John Marshall Gest nos dice que la conclusión del tribunal sobre todos los puntos de derecho fue a favor del acusado, aunque no fue absuelto sin castigo:

"Se consideró que el marido se había comportado demasiado traicioneramente al fingir ausencia, al llevarse a su hermano con él, y en matar con armas prohibidas, porque un delito se vuelve insidioso con nosotros simplemente por el uso de armas de fuego. Y así se decidió, a causa de este exceso, que el acusado fuese condenado a la pena de destierro de cuatro años, y al pago de dos mil ducados. Sentencia del 29 de febrero de 1664, que fue confirmada en su apelación el 3 de abril del mismo año.

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