viernes, 27 de enero de 2012

1752 - 1865. La propiedad de la tierra en Daganzo

"La propiedad de la tierra se encontraba en Daganzo, a mediados del siglo XVIII, concentrada en muy pocas manos, según se desprende de los datos procedentes del Catastro del Marqués de la Ensenada estudiado por J. Gómez Mendoza (32). El principal propietario era la Iglesia (32,507'0 de la superficie total municipal por el que obtenía una renta de 203.624 reales anuales) (33). Le seguía en importancia la propiedad nobiliar, en manos de los Condes de la Coruña, segunda rama de la casa de los Mendoza, propietarios de la heredad El Manzanejo, concedida al Concejo de la villa a censo perpetuo (su extensión alcanzaba 940 fanegas -292 hectáreas- de las cuales 131 correspondían a viñedos); el marqués de San Vicente, con 350 fanegas (residente en Madrid); el vizconde de las Torres de Luzon (vecino de Ronda en 1752), con 250 fanegas en Daganzo de Abajo; y finalmente, el mayorazgo de los Bedoya y Campuzano de Guadalajara, con menos de 200 fanegas. El cuadro XI refleja la estructura de la propiedad de la tierra en Daganzo de Arriba a la altura de 1752, del mismo se deduce que el 85,8% de la superficie del término municipal estaba en manos de grandes y medianos propietarios, la concentración de la propiedad era aún mayor al estar bastante fragmentada la tierra, sólo entre cuatro propiedades superaban el 38% de la superficie municipal (3.734 fanegas y 6 celemines), suponiendo el 44,6% de las propiedades superiores a las 30 fanegas.


Un 37% de los propietarios residía fuera de Daganzo (ver cuadro XII), si a ellos le sumamos las propiedades de la Iglesia no ajenas al pueblo, 907 fanegas (34), y la propiedad de carácter comunal (35), podemos concluir que a mediados del siglo XVII la superficie total en propiedad de campesinos acomodados locales no superaba el 30% de la superficie total municipal, y dentro de este 30% el 14,1% estaba constituido por propiedades inferiores a 30 fanegas, esto es pequeñas propiedades muy parceladas. Se comprenderá, por tanto, la debilidad de la elite de poder local a principios de siglo. Existían algunos medianos propietarios pertenecientes a lo que hemos denominado ((campesinos acomodados)) que no constituían propiamente una élite de poder, esta afirmación se ve reforzada por encontrarse Daganzo bajo la jurisdicción señorial de los Condes de La Coruña, en cuyo concepto percibía 52 reales anuales por vecino (36), el Poder (37), por tanto, estaba en manos del señor.



La desamortización de Mendizábal no supondrá un cambio sustancial en esta situación, pues la mayoría de la superficie vendida entre 1836 y 1844 fue acaparada por personas ajenas al municipio, destacando entre estos compradores Ventura Asensio Santa María, hidalgo, miembro del cuerpo colegiado de Caballeros hijosdalgo de la nobleza de Madrid, que adquirió 484 fanegas por valor de 166.000 reales e Inocencio Pérez Fernández que compró 201 fanegas por 41.000 reales (ver Apéndice IV, el apartado correspondiente a la
desamortización de Mendizábal).
Es en la desamortización de Madoz cuando los campesinos acomodados residentes en Daganzo adquieren un claro protagonismo en la compra de fincas desamortizadas, convirtiéndose en importantes terratenientes locales, son los casos de las familias Ahijon (serán compradores Pedro, Gabriel, Felipe y Marcelino Ahijon) y
Godin (especialmente Mariano Godin Castro). Es el momento en que darán el salto cualitativo de pasar de medianos propietarios a ser las dos principales familias propietarias del término municipal (ver Apéndice IV, apartado correspondiente a la desamortización de Madoz). Su posición de campesinos acomodados se remontaría al menos al primer tercio del siglo xix, más por su condición de importantes arrendatarios de bienes de la Iglesia y de Propios, que por la extensión de sus propiedades, como lo confirma el hecho de que en 1837 Pedro Ahijon tiene derecho a voto en las elecciones censitarias de noviembre de ese año (38), mientras que en las elecciones de 1843 ya figuran tres miembros de la familia como electores (39), poniendo de manifiesto el incremento patrimonial de la familia, con toda seguridad debido a la compra de fincas procedentes de la desamortización de Mendizábal. Los Godin serán unos de los más activos compradores de fincas con Madoz en el municipio, y sus alrededores (Mariano Godin Castro es el rematante de buena parte de los Propios de Daganzo, comprando por valor de 125.840 reales; mientras Dámaso Godin adquirirá entre otras propiedades las 1.192 hectáreas correspondientes al Monte del Campo en Guadalajara; finalmente Mamerto Godin Castro es también un importante comprador de bienes nacionales, aunque de menor envergadura que sus hermanos, Apéndice IV apartado de la desamortización de Madoz). En 1862 los Ahijon son propietarios de 1.727 fanegas (536 hectáreas), manteniendo en explotación 2.358 fanegas (732 hectáreas), además de 46 mulas de labor y 1.945 cabezas de ganado lanar. En la misma fecha los Godin poseen en propiedad 1.592 fanegas del término municipal, y 2.024 fanegas en explotación, 35 mulas y 1.700 cabezas de lanar. Entre ambas familias controlaban el 31,3% de la superficie amillarada correspondiente a 4.382 fanegas de las cuales 3.319 fanegas lo son en propiedad (23,7% de la superficie municipal) (40).



Si comparamos estos datos con la situación en 1752 se comprenderá la magnitud de las transformaciones ocurridas en la estructura de la propiedad en Daganzo en un siglo, las cifras son elocuentes.
En dicha fecha, 1862, la Condesa de Montijo, heredera del Conde de La Coruña era propietaria de sólo 1.128 fanegas (el 8% de la superficie del término) (41).
Ambas familias, los Godin y los Ahijon, emparentadas, desde mediados del pasado siglo constituirán la elite de poder local, monopolizando el poder municipal hasta bien entrado el siglo xx, ejerciendo
el control económico, político y social del término a lo largo de todo este periodo.
El contraste no puede ser más brutal, a principios de siglo Daganzo se encuentra bajo la jurisdicción señorial de los Condes de La Coruña, sólo sesenta años después los principales terratenientes de la localidad son dos familias de origen modesto, cuyos ascendiente seran a principios de siglo todo lo más medianos propietarios,
a partir de este momento ejercerán la hegemonía social, política y económica hasta el presente siglo. La formación de una NUEVA ELITE DE PODER EN DAGANZO en este periodo es incuestionable
(42) (ver cuadro XIII).


(32) J. G6mez Mendoza, op. cit., p. 144.
(33) La propiedad eclesifislica en 1752 en Daganzo de Arriba suponia 3.427 fanegas. mieniras
que en Daganzo de Abajo era de 1.342 fanegas. el 30.2% de la superficie municipal.
que generaban unas rentas de 67.030 reales anuales. J. Gómez Mendoza. op. cit.. p. 151.

(34) De ellas 339 fanegas propiedad de la parroquia. 268 fanegas del párroco y dos herey
dades de centenar y medio de fanegas en manos de dos curas.

(35) En la desamortizacibn de Madoz se vendieron entre Daganzo de Arriba y Daganzo
de Abajo 2.236 fanegas (695 hecidreas) pertenecientes a los Propios. la mayor parte roturadas
en el momento de la desamortizacion.
(36) Segun seliala J. Gbmez Mendoza, op. cit., las rentas selioriales en la comarca de
Alcala oscilan entre I y 5 reales anuales por vecino. El hecho de que en Daganzo se pagará
una renla tal alta se debe a que el Conde de La Coruiia percibia ademfis el portazgo de ganado
lanar.
(37) En el sentido más amplio del término. y sobre todo el Poder como representación
o la represenraci6n del Poder, en el seniido dado por M. Foucault al concepto de Poder.

(38) B.O.M.. n.' 760. IS de noviembre de 1837.
(39) B.O.M.d,e l dia 29 de abril de 1843, p. 2.
(40) Archivo Histórico Nacional. delegación de Hacienda, Libro 444. correspondienfe
al amillaramiento de Daganzo en 1862.

(41) A.H.N. de Hacienda, Libro 444. La heredad El Manzanejo se encontraba arrendada
en 1862 a varios vecinos del pueblo.
(42) Todavia en 1906 canto los Godin como los Ahijon aparecen como uno de los principales
cosecheros vitivinicolas, cerealistas y ganaderos de la zona, según el Directorio Madrilerio,
GuMl especiul de Madridy su provincia, publicado por el Anuario Riera, Madrid, 1906,
citado por J. G6mez Mendoza, op. cit., p. 208. nota 19."


Fragmento de:

MADRID EN LA SOCIEDAD
DEL SIGLO XIX
VOL. 1
Poder económico y elites locales

Luis Enrique Otero Carvajal

lª edición: Diciembre 1986.

Comunidad de Madrid. Consejeria de Cultura.

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