Existe una pequeña calle en Daganzo, que une la calle Mayor y la Calle Oriente, con el nombre de Francisco Rivero Navas. Francisco fue un daganceño que emigró al otro lado del océano Atlántico para “hacer las Américas”. Cuando consiguió cierta fortuna, volvió a España y acordándose de su pueblo natal quiso agradecer su buena suerte haciendo unas obras necesarias en la iglesia, como el entarimado, el revoco del interior y exterior; y habilitando una capilla en ella para el Santísimo Cristo de la Luz.
Las obras realizadas se inauguraron el 30 de abril de 1920,
acontecimiento que fue muy celebrado en Daganzo y que apareció reflejado en algún periódico de la época.
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| Fragmento del diario El Debate, de Madrid. 1 de mayo de 1920. |
En el año 1919 llegó a formar parte del consejo de administración de Azucarera Española por ser uno de los grandes accionistas de la compañía.
Falleció pocos años después, el 18 de julio de 1924 en San Sebastián. Se celebraron misas por su eterno descanso tanto en esta ciudad, como en Madrid y en Daganzo.
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| Esquela de su primer aniversario en El Imparcial de 17 de julio de 1925. |
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